

He perdido la cuenta de la cantidad de ideas distintas que he soñado la última semana para desarrollar este post. Tengo un peque todavía muy peque para dormir del tirón y cada vez que me levantaba para construirle el puente que le condujera de un lado al otro del mismo sueño, me quedaba en la cama pensando partes de este texto. A veces, creía haber encontrado el camino perfecto, me levantaba sobresaltado y escribía, a oscuras, una palabra que por la mañana me condujera al éxtasis delante del ordenador. Pero, como decía Sabina, por entonces esa palabra ya no era “ayer”, sino “mañana”.
Todo cambió cuando tomé la decisión que mueve mis dedos ahora mismo frente al teclado…Me dije: “Voy a redactar el post imperfecto, y tiene que ser el post imperfecto mejor que pueda escribir contando simplemente lo que quiero contar”.
Pero antes de empezar, me fijé en las palabras que envolvían ese texto que tenía aspecto de laberinto.
“Simplemente” llamó mi atención.
A mí la simpleza siempre me recuerda las palabras de Aldoux Huxley en “Un mundo feliz”. Las comparto con vosotros:
<<Pues solo lo que es blando y dócil
vive realmente; lo que vence y sobrevive
a todo es lo que se adapta a todo,
lo que siempre busca el lugar más bajo,
no la roca dura, sino el agua que gasta
los montes perdurables.
(…/…)
Sólo el artista más altamente disciplinado
puede recobrar, en el plano más elevado,
la espontaneidad del niño
con su primera caja de pinturas.
Nada es más difícil que ser sencillo.>>
Levanté la mirada, y vi a mi hija de tres años con su recién estrenada “caja de pinturas”. Quiero esa mirada para mí, ese brillo de ojos, pintar un círculo, decidir el color sin mucha precisión, salirme del contorno y ponerme, siempre, una carita sonriente.
“Nada es más difícil que ser sencillo”.
Creo que nuestras vidas se hacen a base de “momentos”, que nos hacen sentir y sentirnos, que colman nuestros recuerdos y que, uniéndolos, nos permiten trazar líneas de felicidad de los positivos y aprendizaje de los negativos.
Lo que quiero para esta parte de mi blog es contar mis momentos, compartirlos, recibir de los demás y querer vivirlos, recrearme en el sentimiento, hacer justicia a las emociones que viví y que hicieron singular ese lapso de tiempo.
Me apetece recrearme en ese mi querido lado humanista y contestar preguntas vitales como lo hace Walt Whitman:
“¿qué de bueno hay en medio de todas las
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?
Que estás aquí – que existe la vida y la identidad,
Que prosigue el poderoso drama, y que tú
puedes contribuir con un verso”
Aquí cabrán fotos, palabras, colores…versos todos de un mismo poema infinito.
Y volvemos al punto de partida con la única diferencia de que, a estas alturas, este post ya está “simplemente”, escrito.
6 comentarios. Dejar nuevo
Maravillosa reflexión. Muy inspiradora desde el poder de lo sencillo a la imagen de tu hija. Ojalá aprendamos a volver a ser niños y maravillarnos con el mundo. Sigue escribiendo estos post imperfectos perfectos. Un abrazo
Muchas gracias Pilar. Un abrazo.
Qué bonito, Miguel!! Digno de tu talento…esto promete!!. Espero con ganas el siguiente! ???
Muchas gracias Ángela! Un regalo siempre compartir palabras contigo.
Hoy por primera vez te conozco por medio de tu página, me encuentro este post y me identifico completamente con cada palabra. Gracias! Fue como un bálsamo para el alma. Saludos!
Muchas gracias por tus palabras Larissa! Me han transmitido emoción y no hay nada mejor para quien escribe. Saludos!